Para lectura de los estudiantes de Teorías de la Comunicación

El Imaginario Social de los Comunicadores

La profe.

Muchos estudiantes de Comunicación Social entran a la carrera sin saber de qué se trata la profesión, la mayoría de ellos la relaciona sólo con los medios de comunicación y su imaginario más fuerte es la televisión. Cuando se confrontan con el pensum a medida que transcurren los semestres se dan cuenta de que el campo es mucho más amplio y ofrece más expectativas de las que pensaban, no sólo medios, sino también comunicación organizacional, gestión para el cambio social, periodismo, comunicación educativa, comunicación en el campo cultural, deportivo, investigación, y tantos otros perfiles que desconocían.

Algunos entran pensando que la comunicación social podrá llenar los vacíos de otras profesiones que quisieron estudiar, pero por alguna razón no pudieron: cine, fotografía, publicidad, literatura, sicología, entre otras. No será así, aunque la profesión pueda ofrecer algunas pinceladas como formación complementaria acerca de estos temas, no se concentrará en ellos, así que tendrán que pensar muy bien su decisión antes de continuar.

Muy pocos llegarán a ser los presentadores vedettes que vemos todos los días y que muchas veces ni siquiera saben hacer un comentario inteligente o contra preguntar a su entrevistado siguiendo el hilo de la conversación. Todo porque no están preparados lo suficientemente o consideraron que prepararse no era necesario, mientras tuvieran una figura bonita y una voz agradable.

Pero sea lo que cada estudiante considere el imaginario de su profesión, hay algo en lo que sí debe haber un consenso, y es el para qué de la comunicación: ¿para qué estudio Comunicación Social?, ¿Cuál es el propósito de mi profesión?. Sin lugar a dudas son preguntas fundamentales, con respuestas fundamentales también, que tocan la esencia de esta y de cualquier profesión. Estamos aquí para mejorar el mundo, para transformarlo de una manera positiva, para contribuir desde la comunicación social a encontrar las soluciones que requiere esta sociedad tan caótica que nos ha tocado vivir. Nuestros mensajes tienen que decir algo, desde la prensa, la radio, la televisión, la internet, las campañas de comunicación corporativa o de proyectos comunitarios; además de tener en cuenta, por supuesto, la estética del mensaje, porque se puede ser muy buenos escritores o productores de televisión o directores de programas radiales, eso simplemente no debería bastar.

Claro que todos anhelamos con nuestra profesión tener una buena posición económica y social, ser reconocidos en el medio en que nos desempeñemos, ganar premios, todas esas son metas validas, pero la comunicación social debe ser mucho más, el imaginario no puede agotarse en lo que las universidades ofrecen o las empresas esperan, debemos encontrar los resquicios, las oportunidades, ese pequeño margen que nadie nota por donde podemos colarnos y dar mucho más de nosotros, los comunicadores exitosos son aquellos que se atrevieron a proponer proyectos novedosos, ideas innovadoras, propuestas que marcaron la diferencia y que son capaces de generar cambios positivos para sus instituciones o para la sociedad.

Todas las mañanas me levanto ya sin ganas de ver el noticiero, los comerciales de Caracol y RCN comienzan con los patrulleros de la noche, dedicándose a retratar el caos capitalino, incluso los periodistas pretenden a veces ser protagonistas de las noticias cuando hacen de rescatistas de algún camión volcado en la carretera, luego vienen las noticias de niños de 3 o 4 años que han encontrado muertos en los humedales del sur o el occidente de Bogotá, los escándalos de corrupción de los contratistas y los políticos, las noticias regionales que no muestran más que injusticias en los barrios y las escuelas, además de sus buenas cuotas de muertos, y así continúan, no dan ganas de ver el noticiero, evidentemente estos hechos hay que relatarlos, pero ¿esos somos nosotros los colombianos?. ¿Para qué estudiamos Comunicación Social?, ¿para retratar únicamente esa sociedad tan caótica?, o hay algo más que decir, hay otros discursos, hay otros sectores de la sociedad haciendo cosas buenas que nadie conoce, hay otros cuentos que contar que nos llenen de esperanza.

La comunicación social es mucho más que el imaginario limitado con el que entramos a la universidad, incluso con el que nos forman, José Miguel Pereira en su texto "La comunicación, un campo de conocimiento en construcción", se refiere a la comunicación en estas palabras: "si comunicar significa negociar significados, «expresarse, interactuar, gozar, proyectarse, afirmarse en el propio ser, abrirse al mundo, sentirse, sentir a los demás y ejercer la calidad del ser humano» (Prieto, 1996), esa negociación e intercambio no es transparente, es problemática. El «compartir y negociar» significados está mediado por los conflictos, por las múltiples comprensiones del mundo, por los enigmas, los secretos, la polisemia y las ambigüedades de las que está repleta la experiencia humana. La comunicación es un asunto de interlocución conflictiva de sentido en contextos determinados, y por su práctica pasan las identidades regionales y locales, las diferencias culturales, sociales, políticas, estéticas y éticas de los individuos y las sociedades".

La comunicación social es compleja y rica en su práctica, pero es ante todo "social", como su nombre lo dice. Se puede gozar la profesión, pero ante todo hay que procurar ser intelectuales capaces de leer la sociedad y gestores de cambio social, en cualquiera de los campos en que decidamos desempeñarnos, se puede y hay ejemplos de comunicadores que lo han logrado.